Todo apunta a la ATTT
- Pluma Informativa 507
- 20 oct 2022
- 5 Min. de lectura

Por: Rafael Carles
Alguien tiene que ser responsable de las largas filas y demoras en la entrega de las calcomanías y placas vehiculares. Al principio todos señalaban al Municipio de Panamá como el gran culpable, pero luego de evaluar el marco legal, examinar los procesos de trámites y verificar cada una de las instancias habilitadas para la consecución y distribución de los distintivos vehiculares, queda clarísimo que el indiscutible responsable es la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT).
Por supuesto que señalar al Municipio de Panamá era fácil y tenía lógica: son el vínculo más cercano que existe entre el Estado y los contribuyentes capitalinos, y allí es donde las filas largas y malestares a los contribuyentes adquirieron notoriedad mediática. Pero, repito, no existen dudas que la ATTT es la entidad responsable en todo lo referente a temas vehiculares. Primero, la Ley 15 de 1995 establece que la ATTT es responsable de la emisión del registro único de vehículos motorizados.
Igualmente, el artículo 34 del Decreto 640 del 27 de diciembre de 2006 define que la ATTT establece las dimensiones, color, nomenclatura y la calidad de las placas. Y más recientemente, la Resolución #71 del 9 de febrero de 2022 de la ATTT establece las especificaciones de las calcomanías para el período 2022, y otorga al Centro Vocacional de Chapala la responsabilidad de fabricar las mismas, facultades que están consignadas desde 2015 en la Ley 71.
Chapala es una parte del rompecabezas, pero la ATTT es la que define y establece los requerimientos. Y cuando las especificaciones de las calcomanías y placas se establecen con demoras, a Chapala se le complican sus procesos para poder cumplir a tiempo, especialmente si surge otro cúmulo de factores de índole externo, como fue el caso de las láminas de aluminio procedente de Alemania que se atrasaron por inconvenientes con las navieras, limitaciones de movilidad en los puertos y afectaciones de la actividad comercial mundial por razones de las cuarentenas en pandemia.
Y por supuesto están los municipios como el último eslabón en la cadena de suministro, con responsabilidades de recibir las placas y calcomanías procedentes de Chapala, almacenarlas físicamente en sus instalaciones, asegurar una base de datos actualizada de contribuyentes y propietarios de vehículos, y garantizar una entregar expedita a los que están paz y salvo. Para tal efecto, el Municipio de Panamá cuenta desde la administración de Juan Carlos Navarro con un servicio tercerizado de la empresa TX que maneja la base de datos de los contribuyentes, brinda servicios de recaudación tributaria y gestiona pagos de presentación de declaración jurada.
Además, y muy especialmente desde los meses de pandemia, han diversificado una serie de procesos en línea para agilizar trámites de registros de empresas, emisión de números de contribuyentes, otorgar citas, pagar tributos y servicio de entrega a domicilio de placas, entre otros.
Nadie puede dudar que la pandemia trastocó todo y que ninguna institución ni empresa en el mundo estaba preparada para enfrentar tales circunstancias. Tal vez por eso, a la luz de los hechos, en marzo de 2020, la ATTT concedió prórroga para que los conductores pudieran circular con licencia y placas vencidas. La cuarentena y el estado de emergencia habían dilatado todos los procesos y la disponibilidad de licencia y distintivos vehiculares estaba comprometida. Igualmente, en mayo del 2021, el presidente Laurentino Cortizo sancionó la Ley 214 que establecía el uso de placas vehiculares por un periodo de cinco años como medida para mitigar el impacto ambiental que causa el desecho de metales. Con ese pronunciamiento, las placas con el cintillo verde emitidas en el 2021 seguían válidas hasta el 2025, aunque ahora solo era necesario renovar anualmente la calcomanía, distintivo vehicular que diseña la ATTT y que fabrica Chapala, y que solamente le corresponde a los municipios entregar a los contribuyentes en sus centros de atención al público y agencias de pago.
Es lamentable que al expedirse la Ley 214 en mayo 2021, la ATTT haya demorado por motivos administrativos la expedición de la Resolución #71 que establecía los requisitos y condiciones para las placas y calcomanías. Es decir, desde mayo 2021 hasta febrero 2022, pasaron 10 meses antes que se emitiera una resolución para llamar a un acto público y poder así comprar el material de fabricación de las placas y calcomanías, lo que definitivamente impidió la entrega oportuna de las placas para los nuevos vehículos y las calcomanías. Ya cuando finalmente Chapala recibió los materiales en junio 2022 y da inicio a su fabricación, el sistema ya había colapsado y todo estaba comprometido.
Por dicha podemos mencionar que Chapala cumplió con lo suyo y fabricó todas las placas y calcomanías requeridas, y que la demora actualmente es con el retiro de las placas y calcomanías por parte de algunos municipios que no han formalizado aún el pago de estas. Con respecto al Municipio de Panamá, el proceso de contratación de las placas y calcomanías de 2022 culminó en septiembre de este año, y los pagos ya están en proceso de refrendo y no existe ningún problema en su consecución. El asunto ahora es otro, porque a casi dos meses de terminar el 2022, hay un total de 442,310 calcomanías que aún no han sido retiradas. La Tesorería del Municipio de Panamá anunció recientemente que el 2 de enero del 2023 termina el sistema de atención por citas que se había tenido que ampliar para garantizar la entrega de las placas y calcomanías correspondientes al 2022, y está permitiendo que los contribuyentes puedan retirar hasta 10 placas de distintas personas sin excepción, y quienes posean más de 10 vehículos pueden retirar calcomanías sin límite, en los horarios de atención de 7 am a 6 pm de lunes a viernes y de 7 am a 3 pm los sábados.
Así como las instituciones y las empresas tienen sus responsabilidades, los ciudadanos tienen sus deberes. Y actualmente los propietarios vehiculares registrados en el distrito capital adeudan al Municipio de Panamá más de B/. 20 millones en concepto del pago del impuesto de circulación vehicular. El año pasado, un total de 133,195 de placas no fueron retiradas, y todo a pesar de las facilidades que existen para pagar o recibirlas a domicilio. Con lo cual es oportuno hacer un llamado de atención a los miles de ciudadanos y propietarios de vehículos morosos para que se acerquen a sus respectivos municipios y se pongan al día.
A los panameños les resulta muy fácil criticar, pero cuando vemos la lista de morosos así de larga, es evidente que en general emiten juicios sin siquiera saber cómo es que son las cosas. Repito, este año hubo largas filas y mucha incomodidad al momento de buscar y recoger las placas y calcomanías. Pero si se hubieran pensado bien las cosas y hecho desde un principio lo que es correcto, nada de esto hubiera sucedido. Claramente que gran parte de las críticas son políticas para hacer daño y descalificar a los enemigos públicos. Pero si de verdad lo que se quiere es mejorar el sistema de entrega de placas y calcomanías, entonces lo primero que se debe hacer es entender el problema, buscar una solución, y procurar sobre todas cosas que el próximo año y los siguientes no haya más filas.
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