
Lewis Hamilton logró una victoria muy importante tras salir en la décima posición y batallar con Max Verstappen sobre el final de la carrera, quien debió conformarse con quedar segundo, delante de Valtteri Bottas. Sergio Pérez fue cuarto, mientras que los españoles Carlos Sainz y Fernando Alonso acabaron sexto y noveno, respectivamente.
Valtteri Bottas salía desde la pole position tras ganar la carrera clasificatoria del sábado, mientras que su compañero de equipo Lewis Hamilton inició desde el décimo puesto tras la penalización por cambio de elementos.
En el cuerpo a cuerpo frente a Verstappen, en su impecable remontada desde el décimo puesto de la parrilla, en su perfecto acoplamiento, en definitiva, con la máquina, Hamilton alcanzó la perfección en Sao Paulo, donde celebró en el podio envuelto a la bandera brasileña. Su aplomo en los peores momentos, cuando la FIA pasó por alto una sucia maniobra de Mad Max, y su suavidad con los neumáticos duros, con los que optimizó la formidable potencia de su W12, fueron también decisivos.
Lo sucedido en la vuelta 48, a la llegada a la curva 4, queda en el debe de Michael Masi, director de carrera, que ni siquiera ordenó una investigación a los comisarios. Mad Max, de forma flagrante, había expulsado al Mercedes fuera de los límites. Otro se hubiese desquiciado, pero Hamilton ni pestañeó. Su turno iba a llegar 10 vueltas más tarde, en ese mismo lugar. La maniobra, todo dulzura, suponía el broche a una carrera inolvidable, sólo empañada por la absurda compensación de Masi, que enseñó bandera blanca y negra a Verstappen por unos zigzags en la recta de meta.
Sergio ‘Checo’ Pérez cortó en esta carrera su racha de podios, al finalizar cuarto detrás de los dos contendientes al título y de su rival ‘personal’ Valtteri Bottas.
El mexicano clasificó tercero el viernes, pero en la carrera clasificatoria cayó un puesto con el español Carlos Sainz. En la salida de la carrera, adelantó a Sainz antes de la primera curva y luego a Valtteri Bottas en la cuarta curva, colocándose segundo detrás de su compañero.
En la vuelta 18 y 19, Pérez y Hamilton libraron una gran batalla por la segunda posición, pero la superioridad de ritmo del británico pudo con Checo.
Pérez tuvo sus dos detenciones en las vueltas 29 y 43. Sus posibilidades de podio, en la lucha con Bottas, desaparecieron en el virtual safety car de la vuelta 31, que benefició al finlandés. Ambos tenían ritmo similar, por lo que Checo nunca pudo volver a luchar por el podio. Sobre el final de la carrera, el equipo Red Bull lo llamó a boxes para marcar la vuelta rápida de la carrera, sumando un punto para él en el campeonato y para Red Bull en constructores, pero principalmente para quitarle la vuelta rápida a Lewis Hamilton. Red Bull encargó esta tarea al mexicano y este respondió con el mejor registro de la carrera.
Carlos Sainz y Charles Leclerc cerraron otro buen fin de semana para la Scuderia Ferrari, en el que estiran aún más la ventaja sobre McLaren en el campeonato de constructores. El equipo de Woking otra vez ha sumado un solo punto con Lando Norris décimo, mientras que Ferrari ha repetido los puestos cinco y seis como en México, y ahora tienen más de 30 puntos de ventaja en el certamen.

El piloto madrileño concretó un buen resultado, aunque algo decepcionante pensando en que largaba en la tercera posición. Se clasificó quinto a más de una décima de Leclerc, y en la carrera sprint del sábado tuvo una gran salida en la que adelantó primero a Pierre Gasly y Sergio Pérez y luego a Max Verstappen, colocándose segundo momentáneamente.
En la vuelta 41, Verstappen, quizá obsesionado por no volver a sufrir los embates de su perseguidor, colocó su segundo juego de duros. Volvería segundo a pista, pensando que Mercedes retrasaría su jugada. En cambio, los alemanes replicaron mucho antes de lo previsto. A estas alturas, que gruñeran Hamilton y Bottas tampoco iba sorprender a Toto Wolff. El gran jefe lo había planeado todo al detalle y bien que pudo festejarlo, entre la rabia y el puro júbilo.
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