
Las de Tokyo están diseñadas por Junichi Kawanishi, el director de la Sociedad de Diseño de Osaka
¿Alguna vez te has preguntado qué valor tienen las medallas conquistadas por los deportistas que participan en los Juegos Olímpicos? Si tu respuesta es sí, la nuestra es "mucho menos del que crees".
La realidad es que son muy pocas las que han salido a la venta. Y es que su valor sentimental es tan alto que prácticamente ningún deportista quiere deshacerse de ella. Sin embargo, se pueden encontrar algunos ejemplos.
Tal es el caso de una de las cuatro medallas de oro que se colgó Jesse Owens en Berlín 1936. La pieza se subastó por 1,23 millones de euros en 2013. Una de las que más beneficios ha reportado, pero no por el valor del metal en sí, sino porque el estadounidense de raza negra la ganó, curiosamente, en la Alemania de Hitler.
Este mismo año, otro oro, en este caso el de RR Auction en los Juegos de Atenas, salió a subasta por 151.000 euros. Por su parte, la medalla del mismo metal de Iván Pedroso en Sydney 2000 se vendió por 60.000 euros, mientras que la del tirador Leuris Pupo en Londres 2012 alcanzó los 61.500.
En el caso de las medallas que se entregan ahora en Tokyo están diseñadas por Junichi Kawanishi, director de la Sociedad de Diseño de Osaka. ¿Su precio? 672 euros la de oro, 378 la de plata y 4,2 la de bronce.
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