
Agencias Internacionales
Se cumplen 20 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Dos décadas más tarde, los ataques del 11 de septiembre de 2001 proyectan una sombra tan alargada como la que ofrecían las torres gemelas.
Los atentados en Nueva York y Washington quedaron indeleblemente grabados en la memoria de los estadounidenses.
Mientras las Torres Gemelas ardían en llamas, decenas de personas se lanzaban por las ventanas. Las grabaciones de llamadas a la línea de emergencias 911, hechas públicas por las autoridades, dan muestra del horror en su interior cuando muchos suplicaban por ayuda. La atención se centraba en Nueva York, pero los extremistas tenían más blancos en la mira.
Una encuesta del Centro de Investigaciones Pew realizada en agosto pasado revela que 93% de los estadounidenses mayores de 30 años recuerdan con precisión dónde estaban aquel día.
En otro sondeo del Pew, hecho hace cinco años, 76% de los consultados mencionaron estos ataques como uno de los 10 eventos históricos ocurridos durante su vida, superando con creces otros hechos como la elección de Barack Obama como el primer presidente afroestadounidense (40%) o la revolución tecnológica de las últimas décadas (22%) que trajo consigo las computadoras, internet, los teléfonos móviles y las redes sociales.
Pero aquella acción del grupo islamista Al Qaeda, liderado por un hasta entonces casi desconocido Osama Bin Laden, terminaría teniendo un impacto global.
La respuesta de Estados Unidos fue contundente y sus efectos aún se perciben: Afganistán, presunto refugio de al Qaeda, fue invadido un mes después comenzando una guerra de 20 años; en 2003, llegaría el turno de Iraq, ambas acciones enmarcadas en la llamada "guerra contra el terrorismo"; y los controles migratorios se endurecieron en todo el mundo.
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